Pug.
El doguillo, comúnmente llamado carlino o pug es una raza canina con origen histórico en China, pero con el patrocinio de Reino Unido. Se trata de un perro pequeño de tipo molosoide, utilizado como mascota. En una encuesta realizada por la FCI, entre el año 2012-2013, fue nombrado dentro de las treinta razas más populares del mundo.
La palabra «pug» puede provenir del inglés antiguo pug, el cual es un término cariñoso para un pequeño amigo juguetón. Los cachorros pug se conocen como pugletitos. El término carlino se origina en Francia debido a un famoso actor italiano del siglo XVIII, Carlo Antonio Bertinazzi, cuyo seudónimo fue Carlin, y su aspecto al interpretar el personaje Arlequín en el teatro parisino, recordaría al característico antifaz negro de la raza.
Es un perro bajo y macizo de aspecto cuadrado y compacto, bien proporcionado y musculoso; la cabeza grande, redondeada y de aspecto sólido, está cubierta de pliegues; el hocico es cuadrado y chato; los ojos, grandes y oscuros; tiene las patas rectas y la cola rizada. El pelo es apretado, suave y brillante. No saben nadar.
El doguillo puede ser de color leonado con sus dos variantes: color plata o albaricoque suave con un antifaz o máscara negro, en los dos casos presenta una raya negra que va de la cabeza a la cola, igual que también puede ser negro puro. Existen camadas de diferentes colores no reconocidos por el estándar de la raza, que pueden ser de color atigrado, siendo el blanco uno de los más comunes. Se han visto otras variantes pero en menor medida.
Comportamiento.
Los carlinos si son bien entrenados y adecuadamente socializados no son animales agresivos. Al igual que cualquier perro, pueden morder, pero es raro que esto ocurra sin que nadie le haga maltrato hacia el animal. Incluso se llevan muy bien con perros de raza más grande que ellos.
Ante los seres humanos, tienden a mostrarse juguetones y buscan la interacción. Sin embargo, pueden ser recelosos ante los extraños, y anunciar con sus ladridos la presencia de personas desconocidas. Si bien por su tamaño no son perros guardianes, sí son buenos "perros de alerta o alarma".
Respecto a su inteligencia, el doguillo ocupó el puesto quincuagésimo séptimo en la clasificación de Stanley Coren acerca de la inteligencia de los perros. Tienden a veces a la tozudez, y no necesariamente acuden cuando se les llama, sino más bien cuando ellos quieren. A pesar de ello no son de alejarse mucho de sus dueños y prefieren la compañía de estos a la de otros perros.
Un o una ejemplar saludable se comportará vivaz, activamente en sus primeros años de vida (correr, saltar y ladrar constantemente), pero esta característica tiende a desaparecer con los años, ya que los animales de cinco o más años suelen ser más tranquilos y disfrutar más de los sillones que de la calle. Su estructura maciza hace que toleren bien el juego con niños y adultos.
Cuidados.
Dada la particular forma de su cráneo, sus ojos tienen un aspecto saltón y alegre. Al encontrarse los ojos localizados anteriormente, están más expuestos al roce con plantas y objetos que los ojos de otros perros y es recomendable llevarlos al veterinario cuanto antes si presentan una lesión. Es recomendable que se limpien una vez a la semana los ojos del animal con un algodón humedecido con agua hervida fría o té frío, con el fin de eliminar secreciones y/o suciedad.
Las características arrugas de la cara también pueden acumular secreciones y suciedad. Se recomienda al menos una vez a la semana limpiar suavemente entre las arrugas utilizando el mismo método.
También hay que tener especial cuidado con los oídos, ya que al tener las orejas caídas el aire no circula y permite que la humedad se mantenga, lo que podría ocasionar infecciones en el oído de tipo fúngico o bacteriológico, principalmente. Para evitar esto es suficiente con asear las orejas una vez a la semana con una gasa semi húmeda, recordando secarlas bien para evitar irritación. No es aconsejable utilizar bastoncillos porque se podría ocasionar algún daño permanente.
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